|
Ejemplo de utilización de ladrillo infumable:
estabilización de baldas. |
No lo he entendido nunca: los cien mejores libros, las cincuenta obras maestras imprescindibles, las veinte novelas "sagradas" de la literatura universal, los quinientos libros del verano y las veinte mil novelas que hay que leer antes de morir. Resulta que los de Newsweek han soltado
esto bajo el título de
"Los 100 mejores libros de todos los tiempos". No tiene desperdicio el procedimiento de selección, que va desde listas de ventas, pasando por el club de Ophra hasta llegar a los resultados de google, como si los beneficios de las editoriales, lo que comenta una petarda en la tele o lo que busca la peña en Internet fuesen factores literarios inapelables. Se han quedado tan anchos. Os invito a que echéis un vistazo, sí, es muy anglosajona, evidentemente, pero abre un universo de cuestiones, algunas sobre el contenido de la lista, otras sobre el concienzudo método de selección y otras sobre el fin intrínseco de la listica. En mi caso, todas son preguntas retóricas: ¿cual será el porcentaje de estadounidenses que han leído de verdad de verdad de la buena, por elegir tres, el
Ulises de Joyce,
La divina comedia y -este es la bomba-
En busca del tiempo perdido de Proust? (Puestos tercero, décimo y sexuagésimo segundo de la lista respectivamente); ¿y por estos lares?, ¿
Guerra y paz se disfruta o se sufre en silencio?. Qué tendrán que ver los valores literarios de un libro con los gustos del respetable, puestos a hacer listas según el parecer de la Ana Rosa Quintana de turno, ¿para cuándo los imprescindibles
Cien ladrillos infumables de la literatura universal?, ¿no coincidirían peligrosamente con
Los cien clásicos de ayer y hoy? o, por último, ¿por qué en la traducción no escriben
Los cien mejores en vez de
Los 100 mejores?. Nunca lo sabremos.
0 comentarios:
Publicar un comentario