Nacidos libres
martes, 11 de octubre de 2011
No sé qué tuvo que ser eso. Es mi gran espina clavada, mi última herida: no disfrutar en vivo y en directo de una comunión como esta, porque esto es una comunión y no lo que te vendían en las catequesis. Sé de alguien que estuvo en el Palau en el 2002, el mayor bossero que conozco. Si no me equivoco, me dijo que no se podía explicar con palabras. Probablemente él pudo sentir eso que se le adivina al jefe en los ojos al señalar al público: ese escalofrío de gloria compartida con tropecientas mil almas. Este vídeo me conmueve hasta el subsuelo y hoy que él no puede verlo, más. Va por tí. No te rindas.
(Actualización del 21 de octubre de 2011: Descansa. Libre.)
(Actualización del 21 de octubre de 2011: Descansa. Libre.)
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