Faulkner destilado.
lunes, 13 de agosto de 2012
Me dice Francesc que cómo me ha dado con Faulkner. A ver, Faulkner cuesta, es como deslomarte vivo a las tres de la tarde del viernes pasado, pero con gusto. De hecho si no hubiera sido por el empujón de @qdony, que me pilló con el tuit cambiado, para rato le hinco el diente al Mientras agonizo; pero cada página, cada puñetero párrafo que me cuesta un quintal pasar tengo que terminar dando las gracias y admirando el talento puro para la escritura que tenía Don Guillermo. No terminas de alucinar con el monólogo de un personaje cuando el siguiente te deja temblando. Técnicamente, no sé que habrán inventado después de Faulkner, pero no ha podido ser tanto. Inventó -el solito- el germen de Macondo y de Pedro Páramo. Y si cuando estás tomando aire y respirando por los párpados después de meterte 20 páginas de muerte y miserias humanas varias empaquetadas en capítulos de dos o tres hojas cada uno, lees en la wikipedia que esta novela la escribió en seis semanas, mientras estaba pluriempleado de bombero y vigilante nocturno, no te queda más remedio, una y mil veces: Gora Faulkner.
2 comentarios:
Ya llegaré, Deborah: no tardaré mucho: el otoño, justo eso.
No, no iban los tiros por ahí. Tienes razón, si te atragantó P.P. esto también podría sufrir mismo destino. Yo empecé por Santuario, sin tanta mortaja.
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