Greba, dulce greba.
lunes, 12 de noviembre de 2012
A la infantería les he propuesto como actividad matutina para el miércoles hacer una pancarta casera con una sábana. Hay mucho debate (ya) sobre dónde colgarla para que se vea más. Oye, mamá, ¿pero iba en serio? me dice el mío de vuelta del cole. Claro que iba en serio. Oye, tía, podemos pedirle a mi amigo Nikolai que nos dibuje las tijeras de los recortes. ¿Pues? ¿Dibuja bien?. Buah, ha ganado tres años seguidos el concurso del cole. Tela. También podemos cortar unos plásticos negros del abuelo y hacer el contorno. ¡Y podemos pegar cosssasss!, dice ella, la más bella. Para ser una huelga vamos a tener un curro de la leche, pero no importa, si hay que empapelar la casa, se empapela. "¿Y qué vamos a poner en la sábana?" pregunta la princesa desde el asiento delantero. "No hay pan para tanto chorizo", contesta su primo desde el trasero. Es que es veterano de Vietnam, lleva tres manifas a sus espaldas de 9 años. Tenéis razón, "Recortes NO" se nos queda pequeño. Ahora que lo pienso, ni envolviendo la casa nos llega. ¿Y por qué hacemos huelga, tía? Pues, corazón mío, porque nos han robado. Básicamente. ¿Y qué pasa si haces huelga?. Si sólo una persona hace huelga no pasa nada, si son diez, tampoco. Si son cien, tampoco, no te creas que eso es mucho. Pero si somos millones, paramos el país. Vale. A ver, infantería, ¿qué más podemos hacer para el miércoles?. ¡Un bizcocho, tía!. Hecho, una greba sin bizcocho para untar ni es greba ni es ná.
1 comentarios:
Escribiremos mañana, Deborah?
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