Mi coyuntura
domingo, 20 de octubre de 2013
Esta esquina era para hablar de las circunstancias que rodean las lecturas, pues @carolinkfingers me ha pegado el empujón para sacar mi coyuntura a través de este post de desahogo y llamamiento. Voy a ir avisando: no tengo su oficio, ni escritor ni reivindicativo; no voy a asambleas de barrio. No reparto octavillas, no realizo escraches y no he ido a parar ningún desahucio. Me gustaría hacerlo, no obstante. Comparto su cabreo, no así su cansancio de activista porque sencillamente no lo he sido. He participado en las manifestaciones 15-M hasta que diversa fauna política autóctona se apuntó al carro de la foto. Hubiese quemado todas las banderas que tenía a mi alrededor, sé que no era la única en aquellas aceras con ganas de sacar un mechero. Salir a la calle cansa, hay que hacer sacrificios en la infraestructura cotidiana y no se ven resultados, pero estamos enfrente. Enfrente de las medidas pro-mantenimiento del sistema podrido (recortes de servicios, derechos, etc) y de las ideológicas (ley de educación, futura ley del aborto, etc.) Y estamos de acuerdo en que la modificación de la ley electoral es el primer paso. Y el jueves iremos a la calle, para no perder la costumbre y para llevar de la mano al niño, que ya no quiere "ir a protestar" (término que aprendió aquel 15-M) y a quien ya hay que explicar que las cosas se pelean y no vale solamente con despotricar delante de las noticias o en las reuniones familiares. Y que el jueves salimos a la calle para decirle al gobierno que eso no es una ley de educación, no si tiene la palabra "competitividad" en cada párrafo del prólogo. Déjame a un lado el articulado. Y que por eso no le llevaré a atletismo el jueves 24 y que a ver si hay suerte y esto parece Baleares aquel domingo, ¿te acuerdas de aquella manifa verde enorme que vimos por internet, cariño mío?...
Respecto a quienes siguen defendiendo este obsceno desmantelamiento de servicios y derechos mientras las personas se quedan tiradas por las cunetas del estado, esos sí, Carolina, son unos mierdas.
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