Scriptorum habemus.
miércoles, 6 de agosto de 2014
Hay gente por ahí, en Zaragoza concretamente, a quienes no afectan los informes del puñetero gremio de editores, ni se amilanan por decretos que establecen un cobro a las bibliotecas por cada obra de dominio público prestada (sí, que cada vez que alguien se lleve a casa, Vgr. El Quijote el Gobierno COBRARÁ a la biblioteca por DERECHOS DE AUTOR). Lo pongo en mayúsculas por si alguien no termina de creérselo. A mí me costó un rato, a continuación una risa histérica y por último una ristra de juramentos. Entró en vigor el sábado pasado. Bien, pues estos chicos que viven en Zaragoza se lían la web a la cabeza, se montan un proyecto de autoedición y lectura online y cargan en la plataforma, todavía en fase de pruebas, las primeras obras, todas ellas de dominio público, como es lógico. Y caigo yo entonces, a decreto pasado, y me encuentro un Quijote, un Ulises, un Moby Dick, un Siddharta y hasta un Walden, esperando a ser leídos, con una interfaz limpia, agradable a la vista, y su bloguico de fomento de la lectura incorporado. Y me preguntan por mail que qué opino y que si quiero decir algo.
Con la mafia gremial editorial de este país, los mangarrianes del Gobierno y los gigantes Amazónicos ya lo habéis dicho todo vosotros apostando por un proyecto de este tipo. Yo sólo os deseo (mucha) suerte.
Para saber quiénes son, aquí.
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