Westeros
domingo, 14 de agosto de 2011
No puedo dejarlo. Y eso que tengo Literatura, con mayúscula, esperando en la mesilla. Es un crimen terrible, como si tuvieras una invitación para ir al Berasategi de Lasarte en la mano y estuvieses comiendo Cheetos mientras la miras, pensando, "no voy hasta que no acabe la bolsa". Pero hay un tiempo para todo y ni por un momento creo estar desperdiciando nada si al final de la bolsa me chupo los dedos. Llevo un maratón de lectura veraniega como hacía mucho tiempo. Para colmo mi hijo y mi contrario me han dejado la casa y el tiempo para devorar los libros cual leona del Serengueti en pleno Agosto. Lo de ir a currar por las mañanas es casi anecdótico. Vivo en Westeros (Poniente) y me muero por saber qué va a pasar con y en los Siete Reinos. En unas semanas todo habrá acabado y volverá el otoño, la revisión del coche, comprar un chándal para el cole y oscurecerá a las seis de la tarde. Llegará la realidad y nos meterá un viaje de órdago, justo cuando vuelve Franzen. Carpe diem.
0 comentarios:
Publicar un comentario